Este atardecer
que muere
inmerso
en el alma
de la noche
me recuerda
que lo fugaz
suele asemejarse
a una brizna
de eternidad
repetitiva.
Tal vez mañana,
insolente
el alba,
nos encuentre
dormidos
a la vera
de lo perdido
o quizá
despiertos
en inmensidades
desconocidas.
Cosas del corazón
que pulsa
luminosidad
en los paisajes
aún sombríos.
que muere
inmerso
en el alma
de la noche
me recuerda
que lo fugaz
suele asemejarse
a una brizna
de eternidad
repetitiva.
Tal vez mañana,
insolente
el alba,
nos encuentre
dormidos
a la vera
de lo perdido
o quizá
despiertos
en inmensidades
desconocidas.
Cosas del corazón
que pulsa
luminosidad
en los paisajes
aún sombríos.
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