Transcurre
el cielo celeste
apoderándose
de los techos.
En ese manto,
suma de infinitos
y misterios,
la palabra
se extravía
en el silencio.
¿Será que la boca
del tiempo
habla con hechos
o tal vez
desde las alturas
la fugacidad
se pierde
para acuñar
perennidades
entre recuerdos?
el cielo celeste
apoderándose
de los techos.
En ese manto,
suma de infinitos
y misterios,
la palabra
se extravía
en el silencio.
¿Será que la boca
del tiempo
habla con hechos
o tal vez
desde las alturas
la fugacidad
se pierde
para acuñar
perennidades
entre recuerdos?
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