Por
donde caminamos fluye la vida. Un dibujo ondulante me recordó el zigzaguear de
los quebrantos, los grises que no poseo, el cosquillear de la memoria, el
cándido nacimiento de los pétalos, y hasta la propia candileja ardiendo
primaveras y despedidas.
Por donde caminamos suele desnudarse el ímpetu que subyace a las rutinas y ahí nace la llama de las simples cosas que alegran la existencia, sin más ambición que compartir el espíritu de ellas, sin mesura, con el absoluto en las manos del día.
Por donde caminamos suele desnudarse el ímpetu que subyace a las rutinas y ahí nace la llama de las simples cosas que alegran la existencia, sin más ambición que compartir el espíritu de ellas, sin mesura, con el absoluto en las manos del día.
Sobre
la mar de sensaciones semejamos islas extendiendo los brazos a la luz de
ulteriores enigmas: el sitio en flor está dentro de uno mismo…
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