Como el humo
que aneblina
la mirada
hasta sonsacar
el atisbo
de una lágrima.
Como la noche
que aprisiona
su blandura
en el espejismo
de una ola
que se marcha.
Como las cosas
que van y vienen
hasta que finalmente
se instalan,
es la disyuntiva,
la lógica
de lo ilógico,
en tierras
de almas.
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