En la
hipotermia
de
las cosas
sin
lógica,
en el
claro
de
las ideas,
en el
continente
de
las palabras,
en la boca alada
de
las voces,
en el
impulso
que
nos cobija
habita
la
impronta humana.
Me
ganan
los
caminos
que
batallan
la
inercia,
los
paisajes
que
alimentan
los
ideales:
las
señas
del
cuerpo y alma.
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