Columpiaba
la tarde
la luz
irrevocable
como si en su ojal
estuviese proscripta
la permanencia.
Como si el ritmo
del tiempo
se ufanase
de todo lo necio
que teje
el ánimo.
Y se deshizo
sin más
el aliento
dorado
mas, liberé
los grillos
sue nacían
súbitamente
del corazón.
ALTALENA ALL'IMBRUNIRE
dal cuore.
Trad: Raffaele Caligiuri
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