Hay mundos que derraman
herrumbre, cotidianos mundos que pasan inadvertidos…Mundos de hastío, de
desesperanza, de misterio, de ignara huella, de
existencia hechicera, de claros reflejos antiguos. Ver o no ver las
mismas cosas es la madre de todas las angustias y todas las dichas. Mas, esa
tregua que nos diferencia, entre nosotros los humanos, tal vez se disipa cuando
es el mordisco de la supervivencia quien contempla aquello que nos rodea y nos
simplifica. Ver o no ver fuera de los cinco sentidos me recuerda la melodía
singular de todos los latidos y me alerta; todo retorna al origen y ese vuelo
efímero que intenta despertar a los pájaros enjaulados en sus islas me dice que
otrora, mañana y siempre somos pasajeros de un álbum de cenizas.
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