Los dioses suelen ser muy hijos de puta. Cronos, por
ejemplo, que le cobraba impuestos de sangre a sus esclavos; Morfeo, que
pinchaba las fantasías eróticas, los sueños húmedos, de decenas de jóvenes
guerreros. Pero el peor de todos creo que fue Illiar. Dios conocido apenas por
pocos, dios de las sombras y la tecnología, gustaba de torturar con mucha
perversidad a las niñas de Esparta. Las salpicaba de frases vacías que ellas
creían a pie juntillas para luego esparcirlas por otras latitudes. Además a
Illiar se le debe la desmemoria, la falsía, la copa de la desdicha, los
desengaños, las desesperanzas y las porfías. Después que entierra a sus
víctimas se encarga de enviarle algún dios menor para que renazcan como bellas
mariposas. Y las niñas de Esparta,tontas niñas, dejan de ser orugas para ser
manjar de Illiar. Desde siempre los dioses ganan con o sin tecnología…
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