viernes, 28 de marzo de 2014

Sueño angelado


En la boca de un poema un sol hace puerto. Es la supremacía de un esplendor que apaga la noche aún despierta. Es un atardecer que madura su tono nocturnal, adormecido. Las palabras llenan corazones, graznan entre los pájaros con el sigilo de algún ángel hurtado al cielo mismo. Es su voz angelada como la mar: profunda, secreta, antigua. Hay poemas que duermen mansos por siglos y un día despiertan en manos de plumas que respiran. Osada, me aproximo. ¿Quién podría quitarme el gozo de soñar en el abismo?


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