La vida te sorprende, te saca del eje, te
despeina, te cubre de arcilla, te socava, te labra, te magnetiza, te rearma,te
volatiliza y escoge de ti mismo aquello que
entre nieblas se percibe como el aire
abierto que hurga en la esencia misma. A veces, siento que somos la médula de
un faro intermitente que puja su luz entre la eternidad y lo efímero.
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