miércoles, 22 de enero de 2014

El lugar – Esteban Moscarda & Ana Caliyuri

Entré en la habitación y me recibió una atmósfera oriental: melodías de sitar, bailes de torsos, incienso embriagante y una luz tenue como un atardecer de Bombay. No tuve miedo, más bien me dejé fascinar por las sensaciones, el aroma del sahumerio como un licor asaltando mis neuronas. Lo que no entendía era cómo había llegado hasta ahí; recuerdo un zeppelín, imágenes fragmentadas de un transporte público y una larga caminata por un camino de barro. Mi presencia no fue advertida, supongo que hay caminos que están sólo para dejar una huella. En tiempos de lobos no me hubiese dejado asaltar tan fácilmente, pero, sin dudas estos eran tiempos de máxima chispa neuronal. Salí rápidamente de allí. Siempre mi opinión fue polarizada en este tema: led es Led…zeppelín es zeppelin. Me senté en el césped ; oí el bajo endiablado y comenzó a sonar ¡Knocking on heavens door!

domingo, 12 de enero de 2014

Tiempo y sino

A veces
quisiera llegar
al nudo
de la fantasía.
Allí
donde las nubes
son ciudades
y la distancia
es un hilo.
Allí
donde los pájaros
cantan
la alegría
de ser mar
con vuelos variopintos,
entonces
si así fuese
no sería
más que un sueño
el tiempo cortante
en cada sino.

sábado, 11 de enero de 2014

LA CUENTA

Los incontables carteles colgados sobre las vidrieras le dan la bienvenida al año 2014. Estamos sobre los últimos días del año 2013. Los hombres y mujeres cargan en sus brazos las botellas de vino para el brindis. No se festejan los finales- dicen ellos- pero para brindar por lo que llega hay que despedir a aquello que se va. Yo, continúo con mis cálculos, abstraída del mundo. De tanto en vez alzo la vista para ver los ojos de quien me habla, pero hacer eso significa pagar un alto precio: pierdo la cuenta. El tema que a mí me preocupa es otro y ellos no lo saben. El pitido de un tren a lo lejos me distrae por un segundo. Letal circunstancia en donde muere el instante y mi cifra de aproximación. Deberé empezar a contar desde cero nuevamente. Así transcurre mi vida, desde siempre. Alguien encerró el tiempo en mi cabeza y soy su rehén, hasta ahora, indeclinable. Todo empezó mucho antes: unos cuarenta mil años atrás. He pasado por la pira, el cadalso, vejámenes, holocaustos y un sinnúmero de injustas condenas por no acogerme a ningún dogma ni orden preestablecido. Suena una sirena, luego dos y las bombas de estruendo dan lugar al inicio del año nuevo. Ponen sobre mis manos una copa y me dicen:
--Chin chin abuela, saque esa cara y disfrute…
Jamás les diré que todo ha terminado, que la vida es una farsa. Después de todo soñar no cuesta nada. Brindo y continúo con mi cuenta: faltan un millón doscientos cuarenta y tres mil quinientos cuatro salidas de sol para despertar a una nueva conciencia. Este mundo paralelo, para ellos, es una cuestión mágica. Me desprendo de mi cuerpo y sigo contando…

viernes, 10 de enero de 2014

Renuevo


Hay estruendos existenciales, son esos sacudones que alteran el entorno y sobre todo nos transforman. Es con el toque del espíritu que se logra el renacimiento. Somos seres durmientes con despertares complejos. A veces, somos extranjeros en la propia alma hasta que la duda nos asalta completamente. Los extremos siempre hablan de ese Ser que nos habita y que es probable que desconozcamos hasta deshilvanarlo con esmero. Miro como las flores cumplen sus ciclos bajo el imperio del tiempo y sé que no hay nada más cabal que alimentar el alma para los tiempos de renuevo.

martes, 7 de enero de 2014

CRÉDULO INFINITO/CREDULO INFINITO


Aunque creyese
O no creyese
en el reflejo
mítico
de las aves
yo volaría
igualmente.
Para volar
es necesario
el infinito crédulo
que danza
sin cesar
en el alma
hasta cruzar
el puente
hacia la mente.


CREDULO INFINITO 


Benché credessi 
o non credessi 

nel riflesso 
mitico 
degli uccelli 
io volerei 
ugualmente. 
Per volare 
è necessario 
l'infinito credulo 
che danza 
senza cessare 
nell'anima 
fino ad attraversare 
il ponte 
verso la mente.


Trad: Raffaele Serafino Caligiuri