Me senté, como es habitual, sobre una piedra
musgosa. Me gusta chapotear a orillas del mar, jugueteo un buen rato con la
espuma que viene y va a ritmo y luego me dedico a leer un poco. Esa mañana fue
diferente. Un muchachón interrumpió mis hábitos. Cruzó la escollera descalzo y
con un justo salto se sentó a mi lado. Llevaba atado a su tobillo izquierdo una
delgada soga que lo mantenía unido a su tabla de surf;juntó ambos pies, se
sentó sobre la arena ,flexionó las rodillas y las rodeó con sus dos delgados
brazos. Los anteojos oscuros que portaba me impedían ver su mirada. Los
cabellos cortados en punta me recordaron a un puercoespín. El pantalón corto ,desflecado,
dejaba ver una profunda cicatriz en su pierna derecha. La innumerable cantidad
de tatuajes que cubrían su cuerpo llamaron mi atención. Se alzó por un instante
para acomodar sobre una piedra su mochila, en ese instante descubrí en el
cuerpo del muchacho una segunda cicatriz: a la altura del riñón derecho. Pensé
en la posibilidad de ser un trasplantado de riñón, o tal vez habría sido herido
en circunstancias difíciles. Reparé en el entorno, todos parecían ponerle doble
candado a sus bolsos. Portación de aspecto poco decente era el prejuicio que
circulaba en la playa. Alcancé a oír la palabra “marginal”, es un “marginal”
comentaban algunas mujeres visiblemente preocupadas. Observé con detalle los
tatuajes de su cuerpo: todos ellos escritos en inglés. Él, parecía esperar todo
y nada; la vista en el horizonte era algo que nos acercaba. A mí también me
gusta sentarme a la orilla del mar con la mirada perdida en el infinito. En
realidad, yo también me sentí un marginal: no sé inglés y tampoco es buena mi
vista. Todo parecía indicar que las personas que circunstancialmente lo
rodeaban lo acusaban de delincuente. El
muchacho acusó recibo de las miradas pesadas del entorno, tomó su tabla de
surf, la mochila y se paró. Hizo un gesto de incipiente saludo o de
interrumpido saludo dirigiéndose a mí para luego marcharse. Con sumo esfuerzo
alcancé a divisar el tatuaje escrito en su espalda: my life is my art my art is my life. Memoricé la
frase para traducirla después, aunque estaba segura de saber lo que allí decía.
Por enésima vez supe que la apariencia es un traje pesado de llevar en un mundo
pacato que es incapaz de mirar el horizonte que hay dentro de cada ser humano.
lunes, 30 de diciembre de 2013
viernes, 27 de diciembre de 2013
El artista escondido
“El abstracto” se niega a dejar su huella: dice que aún no es tiempo. Guarda su voz en el arco iris, recoge paisajes concretos y se hace eco de la natura, de tanto en vez, lloviendo. A veces, juega con los bosques del pensamiento, o con los paraguas que instan a rozar los cuerpos. Es así como “ el abstracto” mantiene en vigor al niño que late adentro, obvio, todavía él ,es un niño espejo. No hay oráculo que anuncie piedra libre, aún escondiéndose a la vista de todos. Sin embargo, aquello que aún no ha nacido para ser visto, cruza el firmamento y todo lo que era figurativo se convierte en un inexacto cuadro etéreo. “El abstracto” es como “el hérmético”, mezcla sus piezas en el abismo y hace pie en otros misterios.
jueves, 26 de diciembre de 2013
Embeleso del alma
Embeleso del alma
Las manos
danzan
en el embeleso
de las cuerdas
bien templadas
Y mi alma
hendida
en la melodía
danza
en lágrimas.
https://www.youtube.com/watch?v=-n7DIEZBb5U
Las manos
danzan
en el embeleso
de las cuerdas
bien templadas
Y mi alma
hendida
en la melodía
danza
en lágrimas.
https://www.youtube.com/watch?v=-n7DIEZBb5U
jueves, 19 de diciembre de 2013
Me gustan las palabras, pero…
Me gustan las palabras puras, las que sostienen
humanamente un argumento, las que cargadas de significado me colman. Las que
hechizan a la medida del interlocutor, las que son capaces de montarse sobre la
imaginación. Me gustan las de doble o triple acepción, las homónimas, las
homófonas, las de tinte sinónimo o antagónico. Me es fácil creerles; yo les creo en su
postura aguda o grave y hasta puedo jugar con
el lugar que ocupan. Solamente el ser humano es capaz de usarlas a la
medida de sus límites: así es como desde tiempos inmemoriales es más fácil
creerle a las palabras que a las personas.
Claro de luna/Chiaro di luna
En el claro
de la luna
todo es breve.
Es el ala
de la luz
que invita
a perdurar
sonriéndonos.
Es la costilla
de la ausencia
cual rumor
del existir
con los ojos
de la creencia.
En el claro
de la luna
nos vemos
aún sin vernos…
Chiaro di luna
Nel chiarore
lunare
tutto è breve.
È l'ala
della luce
che invita
a perdurare
sorridendoci.
È la costola
dell'assenza
quale diceria
dell'esistere
con gli occhi
della credenza.
Nel chiarore
lunare
ci vediamo
ancora senza vederci…
Trad: Raffaele Serafino Caligiuri
martes, 17 de diciembre de 2013
Armaduras – Esteban Moscarda & Ana Caliyuri
Juan Tres Gorrok, guerrero del Clan Pio X, avanzó enfundado
en su armadura hecha de lluvia. Había estado tomando vino, como era costumbre
entre los guerreros del clan. El vino les daba superpoderes. Sumado a la
casi invulnerabilidad que les otorgaba la armadura de lluvia, estos guerreros
eran los mejores de todo el orbe. Juan se veía como un ángel: la armadura
brillaba y sus ojos deseaban muerte. María Arkos, guerrera de los Jupitarianos,
vió como se abrían las cataratas del firmamento. Decidida alistó a sus mejores
hombres. No tomarían la fortaleza Aquilana con un poco de agua. Fue así como
María desplegó las alas hechiceras y en cuestión de segundos todo se transformó
en caos. El aire, la tierra y la lluvia confundieron sus moradas. Pasada la
desazón en el rostro de Juan el bueno, María le susurró en el oído:
- Un buen guerrero no mezcla el vino con el agua, provoca alucinaciones.
Dicho esto se ovilló cual uva y se esfumó.
- Un buen guerrero no mezcla el vino con el agua, provoca alucinaciones.
Dicho esto se ovilló cual uva y se esfumó.
viernes, 13 de diciembre de 2013
miércoles, 11 de diciembre de 2013
ESPACIO VACÍO ( a una obra de Kandinsky)
En el espacio
vacío
del oleaje
tiende sus brazos
una dulce ausencia.
La copa
de la niñez
querría beber
hasta mi latido envejecido.
Monólogo de la esgrima
Me gusta la esgrima verbal, es allí donde la ignorancia
hace esfuerzos para recordar aquello que alguna vez fue saber y donde los
saberes sacan chispas a otros conocimientos. ¿Cuál será el punto exacto donde
la oscuridad asalta a la luz y viceversa? Tal vez es un cóctel de ingenua
reflexión y solapada audacia lo que moviliza al desafío de esgrimir ideas. No
se trata ya de ganar o perder, es mucho más que un balance: es poner a prueba
la lumbre del pensamiento; es hacer uso de la retórica frente a un río que
fluye siempre distinto. Entonces, o nos adaptamos al dinamismo o nos resignamos
a la quietud repetitiva de la nada misma. Hace tiempo que sé de no saber, hace
tiempo que olvido para recrear una perspectiva que me permita caminar en zigzag
antes del jaque mate existencial. Somos piezas que asumen roles, nos defendemos
y nos atacamos, sin embargo, aún conjugando el paradigma de la absoluta
libertad, existe un jaque mate final que nos espera y nos iguala sin
concesiones.
martes, 10 de diciembre de 2013
A FAVOR/ A FAVORE
A FAVOR
Camino
a favor
de la memoria.
Soslayo
antiguos ríos
salados
con el dulzor
de andar
la huella
despierta.
Las horas ciegas
son faros
en la galería
de un carpe diem
festivo.
La línea
etérea
que dibuja
los réquiem
y la vida
cual resaca
de la mar
reflejada
en la playa misma.A FAVORE
Cammino
a favore
della memoria.
Schivo
antichi fiumi
salati
con la dolcezza
di camminare
su un'orma
sveglia.
Le ore cieche
sono fari
nella galleria
di un carpe diem
festivo.
La linea
eterea
che disegna
i requiem
e la vita
come risacca
del mare
specchiata
nella medesima spiaggia .
Ana Caliyuri
Trad: Raffaele Serafino Caligiuri
lunes, 9 de diciembre de 2013
DESTINO URBANO
Bajo los pies
de la ciudad
se yergue
un hombre.
Su levedad
es el refugio
que lo impulsa
a caminar
de espaldas
al mundo.
Colma
la sensación
de lobo solitario
sin sosiego
cruzando
los límites
del silencio.
Sotto i piedi
della città
si erge
un uomo.
La sua lievità
è il rifugio
che lo spinge
a camminare
di spalle
al mondo.
Colma
la sensazione
di lupo solitario
senza calma
attraversando
i limiti
del silenzio.
Trad: Raffaele Serafino Caligiuri
Poema realizado al cuadro del pintor argentino Hugo Saldívar.
sábado, 7 de diciembre de 2013
Pestañeo existencial
Los caminantes y los caminos son necesarios a la hora de fluir entre el ayer, el hoy y el devenir. A veces reconocemos una y otra vez la piedra que no acompaña, la que entorpece la marcha y sin embrago juega en el zapato. No obstante ello, esto de dividirme para multiplicarme en enésimas palabras tiene claros sesgos de entrega y abandono. Cuando la noche se refugia bajo la luz de la luna me sostengo de ella. No conozco otra fragmentación que la propia, quizá sea la de muchos, la de algunos, la mía o la de todos. Vale recordarme dividiéndome entre aguas: las primigenias, las natalicias, las pegajosas, pujando en penumbras un pestañeo de la raza humana.
jueves, 5 de diciembre de 2013
miércoles, 4 de diciembre de 2013
El hombre del sombrero — Ana Caliyuri & Cristian Cano
El
frío me quemaba las orejas, de mi boca escapaba la respiración en forma de
nube; era tiempo de frotar las manos y, a pesar del intento, todo mi cuerpo
temblaba. El único bar abierto en la madrugada es el Bar Amelie, me dijo el
jefe de la estación al verme aterida. Fui con ánimo de tomarme un chocolate
caliente. La puerta vaivén se abrió justo cuando la iba a empujar. Un hombre
con sombrero de cuero y mirada adusta se cruzó ante mí sin titubear: ojos
marrones y un tapado de cuello alto fueron todo lo necesario para fabricarme una
imagen anacrónica. Amelie suele presentarme momentos así. Cuando me siento
cerca de la vidriera veo una maleta en el suelo, debajo de la mesa. No lo pensé
y busqué la mirada del barman: éste me sesgó con una mirada indiferente. La
situación no me gustaba. Nunca le había visto esa cara. Traté de pensar en otra
cosa y dejar de lado otros asuntos. En principio costó pero pude leer algo. El
viaje había sido extenuante.
(Continuará)
domingo, 1 de diciembre de 2013
La abstracción – Ana Caliyuri & Carlos Enrique Saldivar
Habrá que
callar al amanecer, pensé. Siempre tuve la inconsciente certeza de que los
sueños más dulces se hilaban al alba. Caminé en desmedro de lo ya pisado con la
consciencia plena de hacer añicos aquello inservible. Cristopher Cannes me miró
con curiosidad: pocos sobre el planeta Centilius mataban abstracciones. Yo no
tengo experiencia en la materia, mas estoy decidida a asesinar la última
ilusión, la que se empeña en semejarse a un barrilete sin sostén. Resulta ser
escurridiza, pero cae en mi trampa letal. Solo debo desintegrarla con mi láser.
Ella me mira, con tristeza, es demasiado bella; me arrepiento y la dejo libre,
aunque está mortalmente herida. Cual cometa surca el cielo, adoptando colores
imposibles. La observo alejarse silenciosa. Cristopher Cannes me lo había
advertido: «La abstracción provoca tal efecto». Quisiera ser como ella, pero
solo soy un funesto humano que contempla una aurora llena de desolación.
Aliento poético
Ni la piedra
fundamental
de un poema
alcanza
para vislumbrar
su destino.
Hay un hilado
que canta
a la virtud
cual estrella
encendida
Y esta inmediatez
que alboroza
de hermetismo
es el aliento
que no esquivo.
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