viernes, 31 de octubre de 2014

Paloma quebrada



En el dintel
entre el ayer
y el mañana
una paloma
otrora ágil
no bate alas.
El tiempo
raído
a mordiscos
y ella
evanescente
titubea
el paso.
¡Cuántas palomas
de vuelos
arrebatados!
¡Cuántos silencios
y ya es otoño
en su voz
quebrada!
¡Alza tu vuelo
paloma
de tiempo cano
ya no llueven
ayeres
como lanzas!


miércoles, 29 de octubre de 2014

Sendas esenciales



Iremos
por otros senderos
el alma
nos lleva…
Es necesario
orear
las apariencias,
creer
en las dudas,
sembrar
luciérnagas.
Aproximar
nuestras manos
a la mar
de estrellas
para hacer
de las palabras
láminas
de agua
en primavera.
Finalmente
nos fusionaremos
en azules sendas
con el ritmo
del alma…
sin temores
la poesía

nos lleva.

domingo, 26 de octubre de 2014

Centellea una prosa


Centellea una prosa ensimismada. Una catarata de silencios, alguna que otra pausa y un lápiz de la historia borroneando sombras: delimitando su hambre. Ellas, las sombras, viven en la voz oculta, en el gesto interrumpido, en la memoria de hace cuarenta o más años, en todo lo trunco, en la voz del espanto. Dicen que centellear tras ello es cosa de fantasmas, que un minuto de silencio es una eternidad que danza, mas, no resplandece quien quiere sino quien puede. Mientras tanto, una prosa es puente de una luna atardecida que me habla.

sábado, 25 de octubre de 2014

En el espacio – Esteban Moscarda & Ana Caliyuri

Un ruido. Pero en el espacio no hay ruidos. Vacío o sueño disfrazándose de realidad. Olvidé el sabor de la ginebra y del pasto. Estoy en un palacio de sombras. Otro ruido. Pero sé que estoy en una nave de cristal. La Luna se enterró hace mucho. Sinfonía rusa del siglo XXX: creo que he encontrado mi cabeza sobre la cama láser. Eso no es todo, colijo que además han incinerado mis más lucientes pensamientos. Otro ruido me inquieta. Es color púrpura. Un crujido enrojecido tiembla dentro de mí. El aire embalsama mis últimas ideas. El vacío es la huella de éste tiempo. Todos los muelles adónde asirme se evanescen. Soy un pedazo de embriago, un hombre sin paraíso, una mujer sin útero: soy sólo el espectro de una raza humana que resplandece transparente. En el cosmos nada zumba, no obstante dilato mi cabeza. Estallo. Soy un ruido muerto.

jueves, 23 de octubre de 2014

ALAS/ALI


La pobre esperanza
de tener alas,
la porfía
en el pecho
y estas plumas
irremediables
multiplicándose
como relámpagos
de palabras
me recuerdan
el absurdo
de las alas
en la mente.
Sólo se trata
de aferrarse
con amor
a la creencia.

ALI
La povera spernza
di avere ali,
l'ostinazione
nel petto 
e queste piume
irrimediabili
che si moltiplicano
come lampi
di parole,
mi ricordano
l'assurdo
delle ali
nella mente.
Si tratta solo
d'afferrarsi
con amore
ad un credo.

lunes, 20 de octubre de 2014

Pájaros fugitivos


En el envés de la huella, hay pájaros que gorjean melodías de nostálgica seña. Semejan voces de lluvia en falaz sequía entre ellos. Siempre se avizora la guerra y la paz y el perfume inextinguible de la ambición disfrazada de tierra fértil. Los pájaros como las musas son fugitivos del humano mísero, del humano que en el corazón talló volcánicas piedras. Mientras tanto, la palabra nacida de lo legítimo susurra temporales ciertos.

domingo, 19 de octubre de 2014

PALABRA A LA MAR /PAROLE AL MARE


En la última
luz
del día
una voz
se aproxima
como si el corazón
llamase
a las puertas
de la melancolía.
Una diadema
del pensamiento
corona
la noche
en el oleaje
marítimo.
Un faro
a lo lejos
una luz
próxima
para naufragar
en la sinrazón
de una palabra
a la mar
junto a otro latido.


PAROLE AL MARE
Nell'ultima
luce
del giorno
una voce 
s' avvicina
come se il cuore
chiamasse
alle porte
della malinconia.
Un diadema
del pensiero
incorona
la notte
nell'ondosità
marittima.
Un faro
in lontananza
una luce
prossima
per naufragare
nell'ingiustizia
di una parola
al mare
vicino ad un altro battito.

viernes, 17 de octubre de 2014

El arte de comprender

 John Speek era un niño aficionado en el arte de montar caballos. Una tarde de abril conoció el mal carácter de un pura sangre. Cayó pesadamente sobre una valla dispuesta allí para el circuito de salto. Sintió un fuerte dolor en su espalda, y creyó no sentir más las piernas. Luego de unos minutos, todo retornó a la normalidad y John, un tanto avergonzado por el espectáculo que lo había tenido por protagonista, escondió su rostro tras su padre. La familia decidió que el niño debía tomar clases de equitación. Su madre solía repetirle hasta el cansancio:
—John, tú puedes. Es cuestión de mentalizarte.
—Madre, no subiré más a un caballo…decía el niño por lo bajo.
Una noche en que estaban reunidos durante la cena, el niño dijo:
—¡Padre! Hoy no he saltado ninguna valla, pero dí muchisimas vueltas montado sobre un alazán hermoso.
Su padre, un hombre ocupado en el negocio inmobiliario, le devolvió una ausente sonrisa. Su madre en cambio, sentía henchidas las venas del orgullo. ¡John sería un gran jinete!
Como todas las tardes, salía John rumbo a las clases de equitación de la mano de Clarisa, la niñera.
Ella, demostraba alegría en su rostro cada vez que debía realizar tal tarea pues,sentía una fuerte atracción por Antonio, el encargado del Club, tal es así, que sólo reparaba en el niño a la hora de regreso. Así se sucedieron varios meses, hasta que la madre del niño decidió ver los avances de su primogénito. ¡Hoy le daré una gran sorpresa a mi niño! Es el momento indicado , pensó ella, pues John ama tanto los caballos que cada día relata con pelos y señales el aspecto de cada uno de ellos. La noche anterior, el niño visiblemente emocionado, le había dicho:
—Madre, que he montado uno blanco con pintas negras. ¡Corcovea y me aferro, ya no me caigo!
Ese comentario la impulsó definitivamente a concretar la idea de ir a verlo durante la clase junto al instructor. Esperó que Clarisa y el niño se fuesen rumbo al Club. Sorpresas, son sorpresas, se dijo a si misma. Tomó su auto y en cuestión de minutos, estuvo aparcando en el estacionamiento. Descendió del auto y con paso seguro se dirigió a la pista de equitación. Miró hacia un lado y otro, pero no divisó a John, tampoco a Clarisa. Una leve inquietud se apoderó de su cuerpo. Seguramente el profesor estará dando clases en otro lugar, pensó. Preguntó aquí y allí,acá y acullá, pero nadie había visto a John, ni a Clarisa ni al instructor.
Hizo esfuerzos por recordar el atuendo de su hijo, pantalón de montar, sweater color marrón y el infaltable casco de salto. La mirada pareció multiplicarse. Sin embargo, su hijo no estaba a la vista.
Una dulce melodía la condujo hacia uno de los salones del club. A John le gustaba la música, seguramente estaría alli. Recorrió los metros que la separaban del amplio salón con visible premura. Al entrar al lugar divisó a Clarisa, y un suspiro de alivio la recorrió enteramente. Luego, la voz alzada de su hijo John la sustrajo de los pensamientos.
—¡Madre! ¡Madre! ¡Mírame! ¡No me caigo! ¡Súbete conmigo!
La voz se perdía en el salón sin que ella pudiese reparar el lugar desde donde partía la voz. Ya la música dulzona, le comenzaba a molestar  los oídos, no obstante ello, volvió a escuchar.
—¡Madre! ¡Súbete!
Divisó el casco del niño, la sonrisa plena de felicidad y el corazón de Teresa latió apresurado. Observó con detenimiento las facciones de su niño, el gesto feliz de todo su cuerpo. Sin dudarlo, se aproximó a la plataforma giratoria y en un instante estuvo junto a él. La calesita siguió girando, esta vez, John había montado un caballo dorado con arabescos azules y rojos.

miércoles, 15 de octubre de 2014

Memoria de un devenir




Cuando la mar
disuade
a la playa
y la moja
la revuelve
la extrae
y la deja
me pregunto
cuál es el cariz
de las ausencias.
Mañana
en el fondo
de lo ignorado
navegaremos
por el costal
del olvido
o tal vez
recogeremos
cantos de sirenas
como estrellas
que no mueren.


lunes, 13 de octubre de 2014

Esplendores y ocasos



Todos tenemos historias silentes, marchitas, distantes, memoriosas, inmemorables, graciosas,  saludables. Todos hemos portado el yerro entre las manos, los aciertos, las sombras, los clamores y algún espanto. Al romper la tarde, la noche nos habla cara a cara, la luz mitiga su dulzor y sólo cuenta el destello del alma. Al romper la noche, el alba es renacimiento que abraza; y así transcurrimos, siendo viajeros de esplendores y ocasos.

domingo, 12 de octubre de 2014

LIBRE DE GESTOS

Caramba! dijo Kelly fastidiada, mientras escribía en la pizarra, con tiza indeleble, el principio secular para un nuevo mundo: vive hoy; amad la naturaleza y a todos sus hijos. Ella provenía de una primitiva tribu urbana. Hinchó el pecho y mirando de lleno a los alumnos los instó a escribir derivaciones del principio madre. Mark, un pésimo alumno, a su manera, volvió a hacer la seña que tanto había incomodado a Kelly. La mujer era una seguidora a ultranza de los preceptos que había delineado un tal Jiums. El gesto del discípulo Mark no se condecía con el respeto debido, es más le hacía retorcer las tripas ese grosero ademán en franca alusión a una proposición de índole sexual: un círculo formado con el dedo índice y el pulgar mientras con el dedo índice de la otra mano apuntaba al centro imaginado del círculo. Kelly expulsó al alumno de la clase y prosiguió como si nada hubiese sucedido. A la semana siguiente, la mujer fue citada al despacho de Mister Jium. Se preparó para semejante ocasión con sumo esmero: ropas claras sin excesivos adornos, cabellos sueltos y calzado bajo. El reconocido filósofo moderno la esperaba sentado tras un lustroso escritorio, con un simple ademán la invitó a sentarse en la silla vacía que se hallaba frente a la ventana.
-Missis Kelly, lamento informarle que ha sido usted despedida.
La mujer no alcanzó a articular palabra cuando el Sr Jium se explayó diciéndole:
-Mark es mi mejor alumno. Usted osó echarlo de la clase en el momento de la revelación. En el justo instante en que él le decía que hay que perforar el centro del Universo con el pensamiento para poder parir un nuevo mundo.


sábado, 11 de octubre de 2014

Me hallarás- Poema del año 2006


Me hallarás, lo sé.
Cuando se despierte la noche
de su monótono sueño
para enredar sus lianas
de fulgores plateados
y aromas de cielo,
entornaré mis párpados
para ver bien dentro.
Y me hallarás, lo sé,
deshojando
los blancos y los negros,
desechando uno por uno
los viejos tapices
para colorear lo nuevo.
Abriré mis labios
para hablar sin tiempo
y me hallarás, lo sé,
entre los jazmines blancos
rociados de verbos
para recorrer tu yermo
y poblarlo de siempre.
En el haz imperceptible
del más bello suspiro
estará mi arco iris
de los siete sentidos.
Y si aún. al alba
no hallaste lo etéreo,
retorna a la noche
con tu propio universo
y me hallarás, lo sé,
mirando el horizonte
poblado de eterno. 



LA MÚSICA/LA MÚSICA

LA MÚSICA
La música está en el aire, en la brisa que despeina, en la quietud que emociona, en las alas de los pájaros, en las chispeantes bocas cuando aman. La música no se cansa de las historias anónimas que son arpegios que hablan, y se descalza en el encuentro etéreo o en dos cuerpos que hacen magia. La música está en aire, en el acento de la existencia y en el ritmo de las cosas que azarosamente danzan.
La suelo hallar en el semblante del agua, en un río que se pierde en la noche más callada. En una fuente que silba la pena o una desgracia . La música descubre el porqué de la mar y su resaca, de la luna cuando cae en las espaldas de la mañana. Y más allá de todos los climas, los idiomas, las culturas y las distancias, la música está en nosotros, en nuestras notas del alma.

LA MUSICA 
La musica sta nell'aria, nella brezza che spettina, nella quiete che emoziona, nelle ali degli uccelli, nelle scintillanti bocche quando amano. La musica non si stanca delle storie anonime che sono arpeggi che parlano, e si scalza nell'inco
ntro etereo o in due corpi che fanno magia. La musica sta nell' aria, nell'accento dell'esistenza e nel ritmo delle cose che rischiosamente danzano. 
Normalmente la trovo nell'aspetto dell'acqua, in un fiume che si perde nella notte più silenziosa. In una fonte che fischia la pena o una disgrazia. La musica scopre il perché del mare e la sua risacca, della luna quando cade nelle spalle del mattino. Inoltre anche i climi, le lingue, le culture e le distanze, la musica sta in noi, nelle nostre note dell'anima.


Trad: Raffaele Serafino Caligiuri

viernes, 10 de octubre de 2014

Arpegio



En un arpegio
la transparencia
de una nota
se cuela
repitiéndose
cual respiro
del corazón.
El alma
hace de su luz
la llama
del amor.
En un arpegio
la humanidad
retorna
a su candor.
Ya no corras
alma mía
mañana
es legítimo hoy.


miércoles, 8 de octubre de 2014

Oda al infinito

Allí
donde te pierdes
o donde  me extravío
cual absurda
huella
en la distancia
Infinito
gozas
de la vejez
tácita.
No obstante
en la transparencia
de tus ojos
o quizá son los míos
ya gastados
contemplo
el júbilo
de tus pájaros.
Es tal vez
este aire
la oquedad
o la cumbre
de los confines
no desflorados.
Es éste color
tal vez
el fértil fruto
de un árbol
eternamente
acariciado.
Es el infinito
Y mi pluma
que goza
del absoluto

Y en vano.

Ode all'infinito- Tercer lugar- Premio Literario Internacional "Parete città della poesía"- Parete- Italia





dove ti perdi

o dove mi perdo

come assurda orma

nella lontananza

tu 

infinito

godi

della tacita

vecchiaia,

nonostante

nella trasparenza

dei tuoi occhi

o chissà sono i miei

già consumati

contemplo

il giubilo

dei tuoi uccelli.

È forse

questa aria

la vacuità

o la cima

dei confini

non sfioriti

È questo colore

forse

il fertile frutto

di un albero

eternamente

accarezzato.

È l'infinito

e la mia penna

che gode

dell'assoluto

e l' invano.

 Trad: Raffaele Serafino Caligiuri







Premio letterario internazionale- Parete città della poesia- Italia





Siempre es una gran alegría cuando un poema cruza fronteras y es reconocido. Gracias al Jurado del Premio Literario Internacional "Parete città della poesía" patrocinado por la Comuna de Parete - Italia por haber otorgado el tercer premio al poema de mi autoría Ode all'infinito.
Premio Letterario Internazionale “ Parete Citta’ della Poesia” Edizione – 2014 Patrocinato dal Comune di Parete organizzato dall’associazione culturale
“ VITA NOVA”.
Inmensa alegría que comparto!

lunes, 6 de octubre de 2014

Vagabundos


En el vientre
de la luz
me recuerdo
y te recuerdo
con el pensamiento
aferrado
a la palabra
y el corazón
ceñido
a un reto eterno.
Todo
es un vaivén
que a la mar
nos espera
entre lunas
y soles
como líricas
que precipitan
nuestras huellas.
En el vientre
de la luz
somos vagabundos
enfebrecidos
y a la deriva,
tan sólo humanos
transparentándonos
sin neblinas.

domingo, 5 de octubre de 2014

LA LENGUA DEL VIENTO CCLVII


De sueños e ilusiones


Tras el cristal de la vida suelen pasar mundos que son y no son míos, mi desafío es detenerlos.
Mi desafío es gobernarlos para comprenderlos. Uno suele adornarse de fantasías, de viejos y nuevos sueños, de condescendientes estrellas que no mueren, de alas que laten el aire de la ilusión más genuina.
Como la lluvia, se desgajan los mundos: los que habitan dentro y los que se cruzan con otros destinos.
Cuando algún bello sueño baja a tierra y se concretiza, se me ocurre contemplar el instante desde un ángulo distinto, para eternizarlo y mecerlo con el atavío del infinito. Luego, todo retorna a su habitual punto: el de nacer con algun nuevo anhelo para arrojarlo a las aguas de los desafíos.

jueves, 2 de octubre de 2014

Mañana esencial



¿Acaso
la neblina
esencial
hace del siglo
una oscura trama
del egoísmo?
¿Acaso
la voz
del alma
no contempla
el río
de la bondad?
Tal vez
mañana
después
del mañana
nos hallará
el abismo
o quizá
el vacío
donde la luz
y la sombra
luchan
por sus destinos.


Naufragio etéreo

En mi memoria desdibujada aparece una frase de Constancio C. Vigil : “Hay una especie de avaricia honrosa, y es la de las palabras.”

 Es imposible poseer todas las palabras, mas si así fuese, siempre las entregaría perfumadas con la fragancia que devela mi alma.
¿Desnudarnos? No es necesario, pues nunca me he vestido con ellas. Ellas llegan desnudas a mí, y así como han nacido, en el más puro manantial primigenio, así las amo. Siento que es un acto de amor entregarlas desmesuradamente.
Pues bien, a mi manera… déjate llevar por la cristalina luz que lentamente corroe la impureza, quédate a merced del tifón del preciado tesoro que goza con su entrega.
Así de simple gorjea el alma con la ribera de las constelaciones de la imperfecta lengua, esa lengua que socava con su lava los misteriosos resuellos de un perfecto ensueño.
Mas. quizá es bueno saber, que una ventana abierta jamás devela el universo, hay que ir más lejos…
Me sumerjo en las profundas aguas de los misterios. Desentrañar cada uno de ellos es el goteo necesario para rozar la mar y su eterno movimiento.
Todos somos en sí mismos un Merlín por descifrar o si prefieres trata de ver en mí la bravura de la mar y el remanso de las arenas, o compárame delirantemente con las espumas de las cuales nació Afrodita, o tan sólo piérdele el respeto a tus viejos ojos, ya casi ciegos, y envuélvete en las pupilas de un soplo intenso. Voluptuosa es la sensación cuando un chasquido de luna se apodera del deseo hasta colapsar con el reflejo de dos frente a un mismo cielo. Sin embargo ,el amor nace del absurdo, del vendaval azul inesperado que nos reconvierte. Luego somos orfebres del apocalipsis del cuerpo, algo así como morir en suspenso para renacer etéreos. La diferencia entre un juego y el magno sentimiento,es que en el juego el amor se adjetiva y en el magno sentimiento cobran vida los verbos. Derramar , azuzar, inspirar, expirar, paladear, sustentar, bramar, enervar, agonizar, acariciar, arrullar y tantísimos más para que el corazón con su río de fuego cruce todos los límites del cuerpo.


miércoles, 1 de octubre de 2014

El callejón sin salida

Camino por el borde de la cornisa del imponente edificio. Estoy dispuesta a asesinarlo, claro que no será cosa fácil matarlo y luego huir.
El Dr. Hollystone ha sido de gran ayuda, hasta hoy en que deberé aprender a no escucharlo. No es cosa fácil, él es un hombre convincente, pero estoy dispuesta a hacer caso omiso a sus recomendaciones.
Le tengo vértigo a las alturas y no obstante  ello, aquí estoy: agazapada como lince al acecho.
 Los transeúntes, al verme en la punta del rascacielos, alzaron sus testas. Seguramente parezco  un diminuto punto en el cielo mismo, aunque como ellos,  también yo transcurro inadvertida por este lar llamado Tierra.
 No alcanzo a distinguir sus delimitados cuerpos ocupando gran parte de la acera. Yo trato de extender mis confines. Los límites los he dejado a un costado de mi cuerpo. Alcanzo a divisar a través de los cristales de un inmenso ventanal  al Dr. Hollystone;  porta en sus manos un reloj antiguo que pende  de una cadena. Lo mueve de un lado a otro, me quiere hipnotizar.  Grita varias veces:
-         Artemisa, Artemisa, baja de ahí.
Me causa pena el Dr. Hollystone, tan empeñado en cuestiones del ego y el alter ego; aún no comprendió que soy un avatar. Ya hace mucho tiempo que la engullí a Artemisa, ahora voy por Apolo.