domingo, 30 de marzo de 2014

ESTA ES TU TIERRA









Esa es tu tierra:

la primera confidente

en la hora

más callada.

Esa es tu tierra:

el tejido

de la luna

enhebrado

por montañas.

Esa es tu tierra:

la Pachamama

abierta

a todas las almas.

La poesía

silenciosa

de collas

legendarios,

rituales

que son

y no son míos

en la niebla

de mi ignorancia.



Poema realizado al cuadro de la artista plástica argentina Andrea Denegri.

Silencio

Más allá de cualquier inquietud, me dispuse a hojear un viejo libro. Las páginas amarillentas denotan su antigüedad, son como hojas de otoño a punto de quebrarse en el aire. Me dije: tal vez , estoy frente a un incunable. Busqué la fecha de impresión en las primeras páginas, pero, en vez de estar datado en el 1500 decía mayo del 4653. Miré mi reloj, me dio un vahido. Claramente marcaba la hora veinicuatro del 10 de abril del 2013. No soy de mujer de asombrarme por este tipo de cosas, siempre me he reído del tiempo. El tema, es que mi curiosidad literaria, me impide permanecer ajena a los orígenes de este libro cargado de polvo. Me senté en la primera silla que hallé en esta biblioteca un tanto singular. No tiene bibliotecaria ni nadie que la atienda. Me serví sola, y en verdad, éste libro que sostengo entre las manos, llamó mi atención por el aspecto de sus tapas, un tanto raídas y poco legibles. Estupefacta he quedado, al ver las primeras ilustraciones. Una mujer de nariz trigueña y sonrisa plena, parece sonreírme. Debajo de la foto del retrato dice: Constanza. No me impresioné demasiado, casualidades son casualidades; pero esa mujer es muy parecida a alguien de mi familia. ¡No alcanzó a descubrir a quién me recuerda!. Sigo hojeando. Nuevamente la misma ecuación: casualidades son casualidades; hete aquí que el apellido es muy común, pero increíblemente es igual a mi apellido: García. Bueno, tampoco me voy a impresionar por esta razón, habrá en el mundo miles con el mismo nombre y apellido. Sigo mirando y las siguientes fotos, son idénticas a mi casa paterna. Cierro el libro, cierro el libro, cierro el libro. Dije que cierro el libro. ¡Cierro el libro! No hay caso, hace miles de años que lo intentó y nunca, nunca lo puedo cerrar. Soy constante, mañana vendré nuevamente. Y eso si, antes de retirarme de aquí, vuelvo a decir a quien me escuche: jamás le he temido ni a los agujeros negros ni al silencio sepulcral.


viernes, 28 de marzo de 2014

Sueño angelado


En la boca de un poema un sol hace puerto. Es la supremacía de un esplendor que apaga la noche aún despierta. Es un atardecer que madura su tono nocturnal, adormecido. Las palabras llenan corazones, graznan entre los pájaros con el sigilo de algún ángel hurtado al cielo mismo. Es su voz angelada como la mar: profunda, secreta, antigua. Hay poemas que duermen mansos por siglos y un día despiertan en manos de plumas que respiran. Osada, me aproximo. ¿Quién podría quitarme el gozo de soñar en el abismo?


miércoles, 26 de marzo de 2014

Total alejamiento – Carlos Enrique Saldivar & Ana Caliyuri



Fernanda había terminado conmigo. Se veía venir, nuestra relación había sido caótica, plagada de celos e insultos, incluso habíamos llegado a agredirnos físicamente. Pero yo la amaba, no quería perderla. Por eso decidí correr tras de ella, abrazarla y besarla; sin embargo, mi ex novia se alejaba cada vez más, aunque no era solo ella, el parque alrededor mío, las calles, las avenidas, el cielo, la gente, todo se alejaba de mí con velocidad. Creí estar loco. Rogué por mi propia alma, a sabiendas de mi agnosticismo; sin resultado. Todo parecía ser un punto a la distancia: Fernanda, el pueblo y nuestro entorno. Un diminuto punto en el firmamento que poco a poco se fue diluyendo en el espacio. Paradójicamente, a Fernanda le sucedió lo mismo; ya nada somos. Nuestros corazones han muerto el fatídico día en que estaban cerca mis ganas y mi arma

martes, 25 de marzo de 2014

RELOJ SIMBIÓTICO


Llevamos
una melodía
en el latido
como reloj
que no se detiene…
El fulgor
apegado
a la existencia,
simbiosis
de antiguos
reflejos.
¿Y las alas?
Las alas
en el vacío,
sin red
danzando
en el pecho.

Palabras/Parole

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sábado, 22 de marzo de 2014

Ama de las claridades


Salpicaba la noche de sombras y era la luna ama de las claridades. Me detuve en su faz luminosa tras mi indomable periplo noctámbulo. Siempre es costosa la mirada cándida. La noche viva y el sol apagado: una, dos, o mil veces; no importa cuántas. Ya vacila el alma, duda, sangra; luego silencio y eternidad mundanos. Más tarde, un renacer otoñal salpica la noche de palabras y es la luna aún, ama de las claridades.

lunes, 17 de marzo de 2014

Buceo textual


Buceo en la anemia de algunas palabras, esas que no destiñen al corazón, esas que a fuerza de ser nimias pasan inadvertidas, esas que perecen en el intento de resplandecer en soledad. No verbalizan al mundo, no lo adjetivan, no lo embelesan, son poco menos que el polvo mismo. No nombran a nadie, no acentúan silogismos, son sólo términos que trabajan cooperativos. Lo más curioso es que hilvanados con soltura portan el perfume del texto mismo. Hoy, las amortiguo, las lanzo o las acaricio: son siluetas que apegadas a la piel del papel, respiran.

domingo, 16 de marzo de 2014

LA INTRIGA ( un pájaro de papel hecho a cuatro manos) “ En el bar de la esquina” microficciones – Ana Caliyuri & Cristian Cano




El texto se escapó de repente y así fue como se reveló inerme ante mí, ante nosotros: sus hacedores. Leernos en papel es parte de una intriga mayor: las manos del hacer versus el alma lectora. Me intriga saber qué diremos de este nuevo pájaro de papel, también aquello que no diremos, quienes nos acompañarán y quienes nos despellejarán en la esquina; me intriga la proyección de su silueta. Los que dirán: esperaba otra cosa o es más de lo que esperaba. La intriga mueve la fe del escritor, la fe en sí mismo y  también su “no retorno” cuando ya la letra quedó marcada. Me despierta curiosidad la intriga de mi compañero de letras, su visión angular, cóncava o convexa de nuestro lavoro; la expectativa y hasta lo improbable. Cuántas palabras habrán quedado en suspenso y cuántas hicieron el salto sin red tan necesario. Pero no me intriga el camino que el pájaro hizo mientras asimilábamos y conjugábamos las historias: ese pájaro fue altruista de cabo a rabo, de principio a fin y ello fue la más noble proyección de dos plumas esperanzadas. Los mundos mejores se hacen, no se declaman.

viernes, 14 de marzo de 2014

Una noche encopada y angelical - Ana Caliyuri & Guillermo Vidal



Todos esperaban la tormenta de Santa Rosa, parece ser que cuando todos los pueblos esperan esa señal tarde o temprano ocurre. El caso es que hace una semana que está lloviendo y los bares están repletos atendiendo parroquianos humedecidos y aburridos. Pero esta noche es diferente, han dejado en mis manos un llavero que dicen que posee una especial llave. Con ella se permite la entrada de los Angelus, nunca he visto a algún ángel de cerca es por esa razón que acepté el desafío de abrir el Bar de las nubes. Allí estaba la barra repleta de aludos diciendo groserías en lenguaje etéreo, lo que provocaba explosiones y ráfagas de viento que arrastraban los vasos y derribaban las mesas. Pero cuando se peleaban por las diferentes interpretaciones de un dogma la tormenta desatada llegaba hasta la tierra y llovía sin respiro, esa era la tormenta de Santa Rosa.

viernes, 7 de marzo de 2014

El principio del fin – Sergio Gaut vel Hartman & Ana Caliyuri

—Dame un inicio —dijo Gregorio señalando con el dedo a Juliana.
—No tengo —respondió ella—. Tengo un final. ¿Te sirve?
—¿Usar un final como principio? —Gregorio se rascó la oreja, la barba y luego la nariz. Era como si rascarse le sirviera para recuperar la inspiración enterrada en las cavernas de su cabeza.
—Eso dije. ¿Hablo en chino?
—Bueno, no discutamos, dámelo.
—Ya te lo di. Y si pasó de largo, lo siento.
—¿Vos lo decís por el día del Apocalipsis? De ahí sacaste el argumento para un final mal parido, o sea para un inicio nuevo —dijo él visiblemente malhumorado.
—Ya sabés todo fue un desquicio, prefiero no hablar de eso —respondió Juliana, mientras por el aire se propagaba una melodía muy conocida que ella comenzó a tararear.
Él dejó caer una lágrima, y luego otra y varias más.
—De acuerdo, Juliana, ya basta. Salgamos de aquí —le dijo mientras quitaba tierra de sus ojos, luego, escupiendo gusanos se enderezó en la tumba y comenzó a vociferar—: “Cantando al sol como la cigarra…”

miércoles, 5 de marzo de 2014

Charla en lo hondo — Cristian Cano y Ana Caliyuri



Ernesto, ¿por qué se acredita ese túnel oscurecido? Le aclaro que muchos sabemos de esa severidad, y no me refiero a la sentencia de una publicación: no digo del miedo, le pregunto por cierta pertenencia atroz que usted arrastra consigo. Sepa disculparme la curiosidad tan animal, de hecho no hay nada que me asombre ya. He conocido el salto ciego de la barbarie, el espectro común de los silenciados, la cueva de todos los males. Pero, hay algo de incómodo en su continuo machacar en la negrura.
—Suena lúgubre su comentario Alberto. No hay nada más tétrico que la curiosidad  estando inermes y bajo tierra. Hace tiempo que hemos muerto…
—Y entonces si estamos muertos ¿por qué se acredita ese túnel oscurecido?

—Tan sólo para alivianar otros pesos, de otros hombres que sí están vivos.

EVOLUCIÓN








En el principio
inmemorial
una ínfima sombra
con o sin genio
fraguaba
sus capas
en silencio.
Después
en penumbras
perfiló
la luz
de su silueta.
La evolución
del Ser
habita
en una rueda
perenne
que vierte
claroscuros
hasta sintetizar
definitivamente
la luz
en el propio pecho.


Poema realizado al cuadro "Rueda de la evolución del Ser", de la pintora argentina Andrea Denegri.

lunes, 3 de marzo de 2014

HUMILDE POESÍA


Para arribar
allí
donde lo ignorado
no se palpa
ni se ve
no se degusta
ni se oye
es menester
grabar
el ego
en el fango
para resurgir
en la humildad
de un níveo canto.

Del libro Sol de otoño/Sole d´autunno

sábado, 1 de marzo de 2014

Sorpresa desagradable ── Ada Inés Lerner & Ana Caliyuri

Nos dijeron que hay dos planetas similares a la Tierra que podrían ser habitables o estar habitados y allí nos enviaron con mi copiloto de siempre, Kirk H. y una pequeña tripulación. Están ubicados en la constelación de Lyra, a 1.200 años luz de la Tierra, y orbitan alrededor de una estrella similar a nuestro sol. Cuál no sería nuestra sorpresa al comprobar que uno está situado en una zona habitable, es decir a una distancia tal que había desarrollado vida. El objetivo era indagar acerca de los especímenes que allí estaban. Kirk y yo solicitamos autorización para aproximarnos al singular planeta. Los rayos diatrixz 1 y diatrixz 2 de la nave perforaron el manto de luz que nos impedía comunicarnos. Luego de ello ya nada sabemos, orbitamos desde hace cuatro mil años entre dos dimensiones paralelas. Algunos duermen y otros como yo, escribimos para abrir puertas…