viernes, 30 de mayo de 2014

El lenguaje del fuego – Guillermo Vidal & Ana Caliyuri

P´sotuma amaba la boca, como topos de encuentro entre diversos niveles de ser, material, espiritual o entre especies diversas. Consume pero también permite el habla, transforma el simple sonido en una palabra que atraviesa la dura corteza de los mundos y enloquece con su melodía a los oyentes más allá de las estrellas. La boca que mastica, que lambe, que se alimenta, reúne, también regurgita, escupe, vomita, desata guerras y tormentas. Pero la boca de esta especie expelía fuego, su único lenguaje. Quien diera testimonio de su destreza fue la retórica del agua a través de las fauces marítimas. Fue así como apagándose y avivándose, convocaron al aire como mediador para dirimir la infinita esgrima. El aire, distraído, falló a favor de la tierra. Son las cuatro fases de la materia, dijo el profesor.
–¿Y el humano? —preguntó el alumno.
–Es un dragón domesticado, respondió, mientras se encendía cual volcán…


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